Lanzar un nuevo producto requiere una inversión tanto de tiempo como de dinero, dos recursos que en general no abundan en los negocios. Siempre existen presiones para reducir costes y conseguir finalizar y preparar el producto para su venta lo antes posible. A veces, al buscar maneras de mantener los costes al mínimo, puede resultar tentador pensar en el manual de ayuda como en un gasto extra que debería producirse al menor coste posible. Es creencia común que la mayoría de las personas deberían ser capaces de deducir por sí mismas cómo funciona un producto, y si tienen dificultades, siempre pueden llamar al centro de asistencia. Este fallo de planteamiento puede muy bien ser uno de los mayores errores empresariales en la actualidad. Nadie puede negar que producir una documentación de ayuda adecuada puede suponer un coste, pero también debemos tener en cuenta el ahorro que puede aportarnos el manual de ayuda, o solo estaremos contemplando la mitad de la situación.
Escribir documentación de ayuda puede ser un proceso muy largo. Si tu producto es complicado de explicar, no es inusual encontrar varios cientos de páginas de ayuda, y hasta un producto relativamente simple puede necesitar un manual que cubra entre 50 y 100 temas. No es solo su longitud lo que hace que los documentos de ayuda puedan resultar complicados de escribir. Para que tu manual sea útil a tus clientes, debes asegurarte de que la documentación incluya todas las funciones del producto y que describa con exactitud todos los aspectos del producto, de un modo que resulte útil para tus usuarios finales. Con tal cantidad de información que incluir, organizar tu documentación de ayuda y hacerlo en no mucho tiempo puede resultar un importante desafío para cualquier escritor técnico. Por suerte, hay un modo de escribir documentos de ayuda más rápido, incluir todo lo que necesitas explicar y además crear un documento profesional de alta calidad que se puede producir en múltiples formatos.
Todos entendemos la importancia de una documentación de ayuda precisa y actualizada. El único modo de sacar el máximo partido a cualquier producto es leer el manual y aprender a utilizar correctamente todas sus funciones. Una dificultad a la que se enfrentan los desarrolladores de muchos productos es elegir los formatos en que deberían producir su documentación de ayuda. En el pasado, un manual impreso se consideraba suficiente para la mayoría de los productos. En los últimos años, el manual impreso a menudo se ha visto sustituido bien por un PDF o bien por una versión online, pero, ¿son estas realmente las mejores opciones disponibles?
Si nunca antes has escrito documentación de ayuda, intentarlo puede dar un poco de miedo. Los usuarios finales de tu producto confían en ti para que les ayudes a entender cada función del producto, y que continúen utilizando el producto depende del éxito que tengas en ofrecer respuestas a sus preguntas. Aquí te ofrecemos nuestro “manual para tontos” para escribir manuales y documentos de ayuda. Estos trucos te ayudarán a escribir documentos de ayuda que cubran todos los detalles que deben incluir de un modo fácil de entender para tus usuarios finales.
¿Cuáles son los principales costes del producto para tu negocio? Todo el mundo sabe que crear un producto nuevo cuesta dinero. Hay costes asociados al diseño, las pruebas, la fabricación del producto, y también para hacer llegar el producto a los clientes. Hay que hacer todas estas cosas si queremos crear un producto que se pueda vender y que genere unos beneficios que permitan prosperar al negocio.
¿Con qué frecuencia te pasas una eternidad buscando un archivo de ayuda para algo que saber que debería estar ahí, pero eres incapaz de encontrar? La documentación de ayuda suele ser el primer lugar en que miramos cuando no sabemos cómo funciona algo. Si la información que hay en el archivo de ayuda no es fácil de entender, o peor, puede conducir a error, terminaremos frustrados y hasta rechazando el producto por algo que en realidad es más fácil de entender.